lo recuerdo,
no fue un sueño,
lo grité pero la distancia
ahogó mi grito en la humareda
el incendio es un lobo con la voracidad del viento,
recuerdo nuestra huida de los arboles ardientes
que caían cerrando todos los caminos
escuchamos otros gritos desesperados,
somos muchos que perdimos mucho.
hoy nos abrazamos y besamos
entramos unos pocos, aplaudiendo
a los celebrantes victoriosos,
se hizo silencio,
nos recibieron con un aplauso
mas grande, cantos, gritos, bombos
la luna enorme era testigo
de una curva cerrada
en perigeo. volvió
la alegría al pueblo.
la poesía no es de un día
lunes, 21 de marzo de 2011
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