caballos

estuve todo el día repasando ordenanzas,
calculando porcentajes, desgrabando reuniones
para entender como llegamos a ésto.
tomé carillas enteras de apuntes
y llegué a numeros asombrosos,
porcentajes que podrian ser demoledores
pero se que jugamos en desventaja, somos cuatro a tres
y de nada sirve el mejor de los argumentos
frente a concejales sordos de obediencia

a las cinco llegó misael valenzuela, mi ahijado, con bonita
la yegua azuleja malacara. Bellaca, sentenció.
la monté y me perdí una hora y media
trotando en los pozones del río dosquevan
galopando en circulos en el barbecho de la avena.
era una tarde bostera de cielo azul y pastura oro,
el final de un día peronista. Caballos, pensé recordando la campaña.

me voy a duchar,
voy a respirar hondo,
voy a esforzarme en ser buena onda
y pelear tenazmente defendiendo mi verdad